¿Qué es la apraxia del habla infantil?
La apraxia del habla infantil es un tipo de trastorno del habla. Está presente desde el nacimiento. Un niño que tiene esta afección presenta problemas para producir sonidos correctamente y en forma constante. La apraxia es un problema relacionado con la forma en la que el cerebro envía señales a los músculos que se usan para hablar. La apraxia del habla infantil puede variar de leve a grave. No es una afección común. Se presenta con más frecuencia en los niños que en las niñas.
Cómo funciona el habla
Los centros del habla del cerebro ayudan a coordinar lo que quiere decir un niño. Estas partes del cerebro envían señales complejas a los músculos del habla de la cara, la lengua, los labios y el paladar blando. Cuando las señales funcionan normalmente, un niño puede producir todos los sonidos que necesita.
Cuando un niño tiene apraxia del habla, hay un problema con alguna parte de este proceso. Los músculos del habla funcionan adecuadamente y el niño sabe lo que desea decir. Sin embargo, el cerebro tiene problemas para coordinar con los músculos para crear los movimientos necesarios para hablar con claridad.
Esto no es lo mismo que un retraso en el desarrollo del habla. Un retraso se produce cuando un niño sigue un desarrollo normal, pero a un ritmo más lento.
¿Cuáles son las causas de la apraxia del habla infantil?
Los investigadores aún no saben cuál es la causa de esta afección. Es posible que esté relacionada con el desarrollo general del habla del niño. O bien, puede ser un problema con las señales que envía el cerebro a los músculos que se usan para hablar. La apraxia del habla infantil puede ser parte de un trastorno más amplio, como alguno de los siguientes:
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Parálisis cerebral
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Autismo
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Epilepsia
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Galactosemia
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Ciertos trastornos mitocondriales
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Trastornos neuromusculares
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Otra discapacidad intelectual
Esta afección puede ser hereditaria (puede trasmitirse de padres a hijos). Muchos niños que tienen este trastorno tienen un familiar con un trastorno del habla o con una discapacidad del aprendizaje.
Síntomas de la apraxia del habla infantil
No todos los niños que tienen esta afección tienen los mismos síntomas. Y no todos los expertos del habla están de acuerdo en cuáles son los síntomas principales de esta afección. Esos son algunos síntomas posibles:
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Dificultad para articular sonidos y sílabas juntos en el orden correcto.
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Errores cambiantes en las consonantes y las vocales al repetir sonidos.
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Pausas largas entre sonidos.
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Problemas con la prosodia; es decir, los ritmos y tonos variables que ayudan a expresar significado (contenido emocional) del habla.
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Mayor capacidad para comprender el lenguaje que para expresarlo.
Algunos niños presentan síntomas adicionales, por ejemplo:
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Retraso para el uso completo de los músculos de las manos y los pies (retrasos de motricidad fina)
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Retraso general del desarrollo del habla
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Problemas para leer, escribir, con la ortografía o las matemáticas
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Dificultades para masticar y tragar
Los síntomas pueden variar según la edad del niño. También pueden ser de leves a graves. Un niño que tenga un caso leve de apraxia puede presentar problemas solo con unos pocos sonidos del habla. Un niño que tenga una apraxia grave probablemente no podrá hablar para nada bien.
Diagnóstico de la apraxia del habla infantil
Este es un trastorno muy complejo. Puede ser difícil diagnosticarla. Por esta razón, es posible que sea necesario consultar a un fonoaudiólogo para diagnosticarlo. Un fonoaudiólogo tiene mucha experiencia con los problemas del habla. Esto ayuda al profesional a distinguir la diferencia entre la apraxia infantil y otros tipos de afecciones del habla.
El fonoaudiólogo hará preguntas sobre la historia clínica y los antecedentes de desarrollo de su hijo. Le preguntará qué signos de problemas del habla ha detectado y cuándo los notó por primera vez. También es posible que el fonoaudiólogo necesite descartar otras causas posibles, como debilidad muscular, problemas de comprensión o problemas de audición.
Es posible que usted como uno de los padres y el fonoaudiólogo tengan que observar el habla del niño por un período largo. También es posible que su hijo necesite hacer pruebas del habla. Por ejemplo, el fonoaudiólogo puede pedirle a su hijo que repita una palabra varias veces. O bien, su hijo podría tener que repetir una lista de palabras cada vez más largas. No existe ninguna prueba médica para poder diagnosticar esta afección.